Ser detenido por la policía puede ser intimidante. Sin embargo, debes recordar algunas cosas para salvaguardar tus derechos.
Nunca debes resistirte a la detención, luchar con los agentes o intentar huir. Hacerlo solo empeorará las cosas y podría dar lugar a cargos penales adicionales.
No respondas a las preguntas ni intentes convencerte de que no te han detenido. En lugar de ello, ejerce tu derecho a guardar silencio para evitar incriminarte. Lo mejor que puedes hacer en esta situación es solicitar hablar con un abogado inmediatamente.
Ellos se comunicarán en tu nombre, te asesorarán y protegerán tus derechos durante todo el proceso.